Friday, May 8, 2020

Prólogo

Como toda buena historia que se precie, necesita una introducción, una puesta en antecedentes
En este apartado intentaré, espero que con cierto éxito, transmitir todos los momentos y sensaciones que, extraídos de toda mi experiencia hasta ahora, me han ido empujando sin que yo me diese cuenta a tomar el camino que por fin he decidido seguir
Y todo porque muchas veces, muchísimas más de las que sería deseable, vivimos dando pasos sin ser mínimamente conscientes de lo que pisan nuestras suelas. Y es por eso que conviene parar, pensar, echas la vista atrás y tratar de mirar con unas pupilas distintas. No diré con perspectiva, pues por suerte o por desgracia mi cabeza sigue situada bajo las mismas coordenadas, pero lo que hay dentro de ella ha cambiado, o al menos eso me he propuesto creer...

Todo viaje tiene un comienzo

Todo viaje tiene un comienzo. Cualquiera podría pensar que esta afirmación está tan vista como todo lo que encontraréis a continuación, no os voy a quitar la razón. Esta frase ha sido usada desde los comienzos de la escritura traspasando la frontera de lo literario y llegando a ser casi un modo de vida. Todo lo que hacemos desde que nacemos y todo lo que repetimos en adelante tiene y siempre tendrá un comienzo. Lo difícil no es entender esto, lo difícil está en saber determinar con exactitud dónde se sitúa ese comienzo, el comienzo del propio comienzo. Y por eso estoy aquí, para buscar mi comienzo, porque tras 5 años sobre una moto, decenas de miles de kilómetros a las espaldas y varios intentos fallidos de contar todo lo que estaba viviendo, he llegado a la conclusión de que todo lo vivido hasta el momento ha sido un preludio, una sinopsis de lo que estaba por venir
De ahí la necesidad de buscar un comienzo, un camino que kilómetro a kilómetro me vaya demostrando que no estaba equivocado, que lo vivido era un preludio. Esta no es la historia de una revelación divina o pagana, es el relato de una elección madurada, de una búsqueda intencionada de ese destino que desde niños nos han dicho que está marcado para nosotros. Y esa maduración en mi caso se ha verbalizado en dejar de buscar lejos mi camino, porque si estoy aquí es por alguna razón, y como dice el gran Rosendo si hay una salida por aquí tiene que estar.
Por eso mi camino será recorrer cada kilómetro de una forma distinta. Porque cada palmo de terreno tiene una historia que contar, y si no la tiene, me encargaré de proporcionársela haciendo uso de lo que mis sentimientos me transmiten. Porque viajar no solo es cuestión de acumular kilómetros buscando alcanzar una meta concreta, también es ser capaz de cambiar de país sin salir de tu provincia, retroceder un año en cada metro recorrido o interpretar la historia como si de un cuento se tratase
¿Y si me equivoco? ¿y si aquí no encuentro mi destino? Muy sencillo, llegado el momento...buscaré un nuevo comienzo